En teoría, las normas Euro 7 son neutrales en cuanto a tecnología y combustible. Esto debería significar que se aplican los mismos límites de emisión a todos los vehículos de la misma categoría, independientemente de la tecnología (por ejemplo, motor de combustión interna convencional, híbrido o enchufable) o el combustible utilizado (gasolina, diésel u otro). También se aplican a los vehículos con cero emisiones de CO2 (vehículos eléctricos o de pila de combustible). Sin embargo, hay rumores de diferencias según el tipo de combustible del vehículo.
Aquí están las diferencias:
Coches/Furgonetas diésel
Probablemente sean los más perjudicados en esta nueva normativa, ya que Europa pretende reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) en un 50% respecto a la antigua normativa para este tipo de motores.
Se reduce especialmente en los automóviles diésel porque emiten más gases de óxido de nitrógeno que los automóviles de gasolina.
Coches/Furgonetas gasolina
Se pretende reducir el baremo de emisiones de gases NOx en un 40%.
Camiones y autobuses (vehículos pesados)
Si bien hemos mencionado que la fecha de aplicación del nuevo estándar Euro 7 está fijada para mediados de 2025, para camiones y autobuses se ha propuesto una fecha aún posterior, es decir, julio de 2027.
Este retraso en la aplicación de la norma Euro 7 para este tipo de vehículos se debe a que se entiende el esfuerzo económico que tendrán que asumir las empresas para renovar sus parques de automóviles y así facilitarles la transición con un plazo algo superior.